Mirada Imperfecta: Una conversación con Yolanda Andrade desde la intimidad de lo imperfecto
By William Riera
May, 2025
Cuando supe de Materia Imperfecta, la más reciente exposición de mi amiga y colega mexicana Yolanda Andrade en el Museo de Arte Moderno de la Ciudad de México, sentí una alegría profunda y, al mismo tiempo, una curiosidad renovada. A lo largo de los años he tenido el privilegio de caminar junto a ella por ciudades como la Ciudad de México, París o Miami. Siempre me ha maravillado ver después las imágenes que crea, muchas de ellas nacidas en momentos que compartimos, en trayectos donde nuestras miradas, aunque distintas, dialogaban en silencio.
Yo también soy un flâneur, y encontrarme con una flâneuse como Yolanda, quien, además, ha sido mi maestra en varias ocasiones, ha sido más que una coincidencia: un verdadero aprendizaje. Observar cómo lo que a mí me atraviesa de una forma, en ella se transforma en imágenes que permanecen en la memoria, ha sido revelador. Cuando me enteré de este nuevo proyecto, supe que necesitaba saber más. Esta conversación nace de ese deseo: acercarme a su proceso, a su tránsito del blanco y negro al color, del caos urbano a la alquimia de la imagen, y a esa forma tan suya de hacer de la imperfección una belleza persistente.
He aquí el resultado de ese encuentro: tres preguntas que buscan condensar el universo visual y poético de Materia Imperfecta.
A lo largo de tu carrera, has documentado la vida urbana y las transformaciones culturales de México y otras ciudades del mundo. ¿Cómo ves la evolución de tu mirada fotográfica desde tus primeros trabajos en blanco y negro hasta las obras recientes en color y digital que forman parte de Materia Imperfecta?
R. La evolución en mi trabajo se ha dado de una forma natural, intuitiva, tanto en los temas, la forma de mirar, la distancia de los sujetos y los objetos en el espacio, como el haber iniciado prácticamente otra carrera al pasar de la fotografía analógica en blanco y negro a la fotografía digital en color. La práctica de esta última significó aprender otras técnicas que en un principio me tomaron mucho tiempo y esfuerzo. Las técnicas digitales tienen un desarrollo constante, y el proceso de los archivos digitales mejora con cada nuevo programa. Otro cambio fue dejar de fotografiar exclusivamente en la Ciudad de México y extender mis proyectos a otras ciudades, tanto de México como de otros países. Sin duda, lo que aprecio más es editar mis propios foto libros.
El título de la exposición, Materia Imperfecta, hace referencia a la alquimia y a la idea de que la perfección en la fotografía es inalcanzable. ¿Qué significa para ti trabajar con la “imperfección” y cómo influye este concepto en tu proceso creativo y en la selección de imágenes para esta muestra?
R. Los soportes de las fotografías siempre han sido frágiles, los papeles sufren cambios por las temperaturas, no se manipulan por otras personas de la manera correcta y se producen quebraduras, o cambios en las tonalidades por su exposición a diferentes fuentes de iluminación. Todo eso en relación al estado físico de las fotografías. Por otra parte, como yo hago fotografía de la calle, es imposible obtener la imagen perfecta, pero tampoco aspiro a ello. Me da un enorme placer caminar por las calles y que el azar y lo inesperado sean parte de las fotografías. Henri Cartier-Bresson tiene muchas fotos perfectas, pero muchísimas más que no alcanzan el grado de perfección. En lo personal, no me gustan las obras de otros fotógrafos que aparentemente son perfectas.
Las fotos que forman parte de la exposición “Materia imperfecta” fueron seleccionadas por Katnira Bello, curadora del Museo de Arte Moderno, y me siento muy satisfecha del resultado.
Has sido reconocida tanto en México como internacionalmente, y tu obra forma parte de importantes colecciones y libros. En este momento de tu trayectoria, ¿qué representa para ti esta exposición en el Museo de Arte Moderno y qué esperas que el público se lleve de este recorrido por tu trabajo más reciente?
R. Todos los espacios en los que muestro mis fotos son importantes y cada uno de ellos son visitados por diferentes personas, por su ubicación, o por el tiempo en que se exhibe la muestra. Por supuesto que presentar esta exposición en el Museo de Arte Moderno, uno de los museos más importantes de México, significa un reconocimiento a mi trabajo de muchos años. Pienso que cada persona que visita la exposición la experimenta de forma diferente, de acuerdo con el tiempo que se detiene a ver cada foto, así como por las conexiones que hace con su propia experiencia. La mirada de los demás completa el acto fotográfico.
La exhibición Mirada Imperfecta está abierta en la Sala Manuel Álvarez Bravo del Museo de Arte Moderno de la Ciudad de México hasta el 31 de Agosto del 2025. La curaduría de la exhibición estuvo a cargo de Katnira Bello, Curadora Asociada del Museo de Arte Moderno.
Si deseas conocer más sobre el trabajo de Yolanda Andrade, visita su cuenta de Instagram, donde comparte frecuentemente su trabajo.
Sobre Yolanda Andrade
Yolanda Andrade (1950, Villahermosa, Tabasco, México) es reconocida como una de las fotógrafas mexicanas más influyentes de su generación. Se formó en el Visual Studies Workshop de Rochester, Nueva York, y desde mediados de los años setenta ha documentado la vida urbana y la cultura popular de la Ciudad de México, explorando temas como la identidad, la muerte, la religiosidad y las dinámicas sociales desde una perspectiva tanto personal como colectiva.
A lo largo de su carrera, Andrade ha sido pionera en la fotografía de calle y ha transitado de la fotografía analógica en blanco y negro a la fotografía digital a color a partir de los años 2000. Es autora de más de diez fotolibros, entre ellos Los velos transparentes, las transparencias veladas (1988) y Pasión mexicana (2002). Ha participado en exposiciones internacionales como la 1ª Bienal de La Habana (1984), Superreal: Alternative Realities in Photography and Video (El Museo del Barrio, Nueva York, 2013), Urbes Mutantes (ICP, Nueva York, 2014) y Radical Women: Latin American Art, 1960–1985 (Hammer Museum, Los Ángeles, 2017).
Entre otros reconocimientos, recibió la Beca Guggenheim para las Artes Creativas en 2004 y ha sido beneficiaria de múltiples apoyos del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes de México.